UNA GRAN EXPERIENCIA
Mi experiencia como miembro de la familia Codesana fue muy significativa incluyendo las cosas malas que se viven en la vida de un estudiante, claro fueron más las buenas que las malas.
La vida de estudiante no es fácil, la exigencia de los profesores   era cada vez mayor y así era el aprendizaje. De la etapa como estudiante, en el CODESA quedarán muchos recuerdos, anécdotas, malas y buenas experiencias, que siempre estarán impregnadas en mi corazón  Pero sobre todo quedaran  presente  esa enseñanza, esos buenos consejos  de profesores que eran más que amigos, ellos fueron y siempre serán unos buenos padres, de esos que no solo enseñan sino que también guían y me llevaron a la excelencia. Será imposible olvidarme de cada uno de ellos y menos de nuestro coordinador, amigo y guía en todo este proceso, cuando  me decía: si mañana no llegas a las 12:20am no entras y como olvidar el día que me puso 300 planas que decían, debo ser responsable en todos los actos de mi vida principalmente en la llega puntual al colegio; frase  que  nunca  se borrara de mi mente, aunque jamás logre llegar temprano gracias JULIO ARIZA por haber insistido en que fuese puntual.
Al CODESA le debo las gracias por esos buenos maestros y amigos que conocí a lo largo de estos seis grandiosos años que viví en él, seis horas al día que para muchos no eran suficientes, clases como la de filosofía, música y español jamás se olvidaran de mi mente, pero ninguna igualara ala de nuestro énfasis aclaro que no erala clase era quien no las dictaba nuestra profe Migdonia Abud, a mis directores de grupo la seño Hermila Escorcia, María Mercado y al inigualable Humberto  Lechuga.

Gracias  CODESA por todos esos inolvidables recuerdos que jamás se borraran de mi mente, gracias por todo y a todos por el apoyo brindado  durante estos años, mejor casa no pude haber tenido 

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